Palma no deja de sorprendernos por su belleza, su cosmopolitismo, pero sobre todo por su rico patrimonio, que los guías oficiales del COGTIB visitamos e interpretamos cada día para nuestros visitantes. Su rica historia hunde sus raíces en la antigua Roma, la primera gran civilización que integró la isla en el vasto imperio, con sus “ciudades romanas” dotadas del derecho romano y de todos los elementos arquitectónicos que esta civilización multiplicó en cada uno de sus rincones. En Palma, sus restos afloran tímidamente aquí y allá, estando en gran parte sepultados por nuevas construcciones de pueblos que vinieron después. Pero ahí siguen, testigos de nuestro pasado.
Lo que ahora es el paseo del Borne- la “milla de oro” palmesana para los amantes de las compras al más alto nivel, fue en el pasado una cala, un lugar resguardado del mar y también de los acantilados que ahora ocupa el Palacio de la Almudaina. En este lugar, situaron los romanos la antigua ciudad de Palma, en el fondo de una bahía elevada unos 15 metros sobre el nivel del mar, lugar inexpugnable que además tenía acceso a agua dulce a solo unos kilómetros.
Desde el actual barrio de la Almudaina, se cree que la ciudad creció hacia el este de la calle San Jaume y hacia la zona de San Nicolás cerca del teatro romano cuyos restos han sido encontrados encerrados en una manzana entre la calle Jovellanos y la calle Pelaires.
Y justo ahí, en la calle Jovellanos 8, junto a lo que fue la platea del antiguo teatro romano se sitúa una de las tiendas más originales de Palma, también con una gran tradición artesana de fabricación de bolsos en la Toscana italiana…Bolsos Graziella Braccialini
Desde luego el emplazamiento no podía estar mejor escogido.
Un grupo de guías del COGTIB visitó la tienda recientemente para conocer estos bolsos tan especiales, así como el emplazamiento de este antiguo teatro romano, que se asoma en algunas de sus paredes, transformando el lugar en un marco ideal para admirar estas auténticas joyas hechas en cuero y adornadas con piedras preciosas.
De la mano de Isabel pudimos conocer más acerca de la familia Braccialini, de su buen hacer artesano y de cómo miman el producto y lo personalizan para que cada cliente tenga el bolso que se adapta a su personalidad. Y es que como dice Carla Braccialini, “un bolso es la extensión natural de la mano de una mujer”. Y es verdad que en ocasiones “tu vida entera está en tu bolso”.
La firma Braccialini lleva confeccionando bolsos desde 1954. Su colección es innovadora, llena de color, divertida y actual, elegante y muy creativa, con un diseño exclusivo, de edición limitada. Los bolsos están embellecidos con joyas, piedras preciosas lo que les da un toque muy particular y un cierto glamour contemporáneo difícil de encontrar.
Desde 2017 su fusión con la firma internacional de joyería Graziella, con la que comparte valores y tradición artesana toscana, no ha hecho más que mejorar la marca y darle una nueva proyección del “Made in Italy” fuera de sus fronteras.
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