El espacio es inmenso y un paraíso para los amantes del motor: en un parking de 60 plazas para coches antiguos, se pueden admirar vehículos clásicos de propiedad privada, pues están en contenedores de vidrio (aunque hay lista de espera y sólo apto para ciertos vehículos).
Aston Martin, Bentley, Ferrari,… marcas que no dejan indiferentes, ni siquiera a los profanos en el tema del motor, están expuestos en Motorworld.
Grandes salas para eventos de cualquier tipo pueden albergar hasta a 2000 personas y su restaurante con terraza y con dos molinos de viento y acequia restaurados nos pareció un lugar excelente para una parada gastronómica.
Motorworld está abierto todo el año y la visita es gratuita. Tiene parking propio que es de pago, a un precio razonable. Una ventaja más de las instalaciones son su cercanía al aeropuerto, nos pareció un sitio ideal para relajarse y disfrutar justo antes de un vuelo, o a la llegada si se aterriza demasiado pronto para ir directos al hotel. Ah! y cuando vayáis, no dejéis de hacer un tour también por los diferentes baños del edificio, decorados todos diferentes, obviamente con temáticas relacionadas con el motor.
El origen de esta empresa familiar creada por la familia Dünkel se remonta al año 1930. Los parques temáticos Motorworld están dedicados a la pasión automovilística y constituyen un lugar donde se concentra un gran número de coches antiguos y deportivos de la marca que han sido galardonados con numerosos premios internacionales.
Muchas gracias a Mónica Cifre por habernos recibido y acompañado en la visita a todo el recinto y a todo el equipo, dirección y propiedad de Motorworld por habernos permitido conocer las instalaciones.
Esperamos regresar pronto ya sea con amigos o familia o para acompañar a nuestros grupos en los eventos que seguro que habrá en Motorworld Mallorca.
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