El pasado 2 de septiembre, un grupo de miembros del COGTIB asistimos a una visita formativa de la exposición del Museu d’Art Contemporani Es Baluard dentro del proyecto Paysage Miró, con el título de “Pintar entre las cosas”.
Eva Cifre, (técnica de educación del Museo), nos explicó de una manera didáctica y amena dicha exposición, contándonos como pensaba Miró y como para él era muy importante descubrir su propio lenguaje, sensible al movimiento surrealista , con quien comparte de ir más allá de la pintura, pero esquivando sus dogmas y paradigmas para experimentar de un modo personalizado materiales y técnicas. Poco a poco convertirá la realidad en signos hasta el punto de crear su propio universo, todo ello hará que influya en los procesos y devenires de la pintura abstracta.
-La selección de Es Baluard incluye obras realizadas entre 1916 y 1978 procedentes de las colecciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, la Fundación Pilar i Joan Miró a Mallorca y es Baluard Museu.
Miró pintaba la esencia, el vacío entre las cosas, explorando los mismos símbolos desde su juventud.
Cuando vivió en Paris se inclinó hacia el surrealismo. Los talleres los tuvo en Montroig, en París y en Palma, en Son Abrines.
Miró es coherente en el camino hacia la depuración de las formas. Lo que en un principio fueron árboles, pasan a ser bolas, otros círculos representan los planetas, o esos postes de electricidad, símbolo de la modernidad que iba entrando.
Utiliza diversas técnicas como el dripping, expresionismo abstracto.
-En cuanto a las esculturas: destaca la superposición de elementos, recogía, acumulaba objetos que guardaba en el taller Sert y que luego inspiraban esculturas.
-Una obra que resalta en la exposición es: “Chevaux en fuite par le vol de l’oiseau-terreur” (Caballos huyendo por el vuelo del pájaro-terror)
De 1976, se relaciona al pájaro aterrador con la dictadura. Vemos figuración y abstracción en un solo lienzo. Miró manipuló en varias ocasiones cuadros anónimos encontrados al azar en diversas tiendas.
-Otro ejemplo es este tapiz. Se ve el fondo del cuadro, la obra de Miró no anula al tapiz, estaba dialogando.
Uno de los objetos populares de los que Miró coleccionó a centenares eran los siurells, esta obra nos recuerda con sus puntos de colores la decoración simple de pinceladas sueltas de estas figuritas de barro.
En definitiva Miró pintaba entre las cosas. Este genio catalán es el pintor de los colores abiertos. Él lleva a un terreno inédito esa intención de aprehender sus vibraciones.
Uno de los objetivos de Miró fue siempre transformar la mirada del espectador y pronto intentará esquivar la rigidez de la pintura tradicional para conseguir la conceptualización de los signos pictóricos, el silencio se empodera, se manifiesta.
Al fin y al cabo, todas las obras presentes en Paysage Miró evidencian su actitud radical y su mirada tensa e intensa hacia el mundo y lo que le rodea. Miró pintó su propio paisaje.
Agradecemos la generosidad de Eva Cifre por sus explicaciones y por su dedicación y al Director del Museu Es Baluard, David Barro, por su gran interés demostrado en el proyecto artístico Paysage Miró, con esta interesantísima exposición de “Pintar entre las Cosas”.
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